La consolidación de un sistema empresarial eficiente y competitivo es un aspecto clave en el posicionamiento de la industria de alimentación y bebidas en un entorno globalizado. En la defensa de los intereses de la industria, y realizando seguimiento de las políticas nacionales, europeas e internacionales, nuestra actividad se centra en tres pilares: el equilibrio en el funcionamiento de la cadena agroalimentaria, la dinamización del sector, y la fiscalidad que afecte a nuestras industrias.
En cuanto al primero, cabe destacar que España ha sido pionera en la aprobación de la Ley de la Cadena (2013) y el Código de Buenas Prácticas (2015), cuyos objetivos son velar por el cumplimiento de la ley y aumentar las adhesiones al Código, al mismo tiempo que promover el modelo español como referencia en la UE.
Respecto a la dinamización del sector, facilitar el acceso al crédito, financiación, la defensa de la unidad de mercado o el fomento de una PAC equilibrada son aspectos relevantes para mejorar la competitividad empresarial.
El área de Competitividad trabaja con organismos como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo o la Agencia de Información y Control Alimentarios. Además, el departamento participa en los grupos de trabajo de CEOE y de FoodDrinkEurope, y cuenta con representantes tanto en el Comité Económico y Social español como europeo.