Hoy 7 de junio, es el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria y para la industria de alimentación y bebidas es un día muy importante puesto que nos recuerda el rol social tan relevante que ejercemos al formar parte del día a día de los ciudadanos, siendo responsables de proporcionar alimentos seguros que conforman la dieta que elige el consumidor.
Para poder llevar esto a cabo poseemos un marco normativo europeo que proporciona a los consumidores uno de los sistemas alimentarios más seguros del mundo, que incluye la creación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF). La industria alimentaria ha jugado un papel activo en este logro, asumiendo la seguridad alimentaria como elemento indispensable y no negociable. Si bien se ha generado una creciente preocupación en el sector por la gestión de ciertos incidentes y la forma en que se han manejado los riesgos de seguridad alimentaria en la UE en los últimos años.
Por ello, consideramos esencial mantener diálogo y colaboración, así como coordinación y cooperación entre el sector y las administraciones sobre cómo mejorar la gestión de determinados riesgos sin comprometer la salud y la seguridad de los consumidores, al tiempo que se busque mejorar la protección del medio ambiente y mantener la competitividad del sector alimentario español en Europa y en el extranjero.
En este sentido, poder compartir información periódica con toda la cadena alimentaria y tener en cuentas las posibles aportaciones que desde la misma se lleven a cabo, sería muy beneficioso para complementar tanto la evaluación como la gestión del riesgo de una manera proporcionada y que no se perturbe indebidamente el mercado interior.
En el futuro, la creciente importancia de los objetivos para lograr que los sistemas alimentarios sean justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente (especialmente la reducción del desperdicio alimentario) la sostenibilidad también debe considerarse cuando se trata de temas relacionados con la seguridad alimentaria. Los legisladores y los gestores de riesgos aún no abordan adecuadamente las posibles concesiones entre la inocuidad de los alimentos, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Es necesario equilibrar estos objetivos de manera razonable, ya que lograr todos ellos en la mayor medida posible puede no ser factible.
Finalmente, con motivo de este día y como ejemplo de una de las actuaciones para demostrar nuestro continuo compromiso con la salud pública y la protección del consumidor y fomentar entre los operadores la cultura de la seguridad alimentaria, queremos compartir un documento de orientación ha sido elaborado por FoodDrinkEurope y en el que FIAB ha colaborado. Su objetivo es proporcionar algunas directrices generales, ejemplos prácticos y herramientas para los operadores de empresas alimentarias para ayudarles a comprender, implementar y medir la cultura de la seguridad alimentaria. El documento original en inglés, así como su traducción al español, están disponibles en la web de FIAB a través del siguiente enlace.
La cultura de seguridad alimentaria consiste en los valores, creencias, actitudes, comportamientos y prácticas compartidas dentro de una organización que contribuyen a la creación y mantenimiento de un entorno alimentario seguro. Abarca las acciones individuales y colectivas de todos los empleados, desde la gerencia hasta los trabajadores de primera línea, en la creación de un entorno de trabajo que prioriza la seguridad alimentaria.
La implementación de una sólida cultura de seguridad alimentaria requiere proporcionar formación y supervisión adecuadas, disponibilidad de recursos suficientes para garantizar la manipulación segura e higiénica de los alimentos y apoyo para todos los trabajadores y dirección de la empresa para garantizar que entiendan la importancia de la seguridad alimentaria y poder realizar sus tareas de forma segura.
Vanesa Magdalena, Responsable de Política Alimentaria