La industria alimentaria tiene la vocación de servir a los intereses del consumidor, a sus necesidades e inquietudes; y por ello, también ha de velar para que la información que estos reciban les permita adoptar decisiones de compra adaptadas a sus necesidades, evitando cualquier práctica que pueda inducir al engaño.
Y es que el etiquetado de los alimentos es el principal medio de comunicación entre la industria y el consumidor final. Por este motivo, desde el Departamento de Política alimentaria, Nutrición y Salud trabajamos en el desarrollo de materiales que ayuden a los operadores en la aplicación de los nuevos requisitos que el reglamento contempla –como, por ejemplo, la información nutricional de los productos, la venta a distancia, la legibilidad o la indicación del origen y participa de manera muy activa en los trabajos que se desarrollan a nivel europeo y nacional sobre la materia