Si el último mes del año se caracteriza por algo, es por ser la temporada por excelencia de los encuentros en torno a la mesa. La llegada de la Navidad marca en el calendario una época donde los hogares españoles llenan sus neveras con el fin de ofrecer a sus comensales ricas comidas y cenas.
La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas tiene entre sus prioridades la eficiencia en el uso de los recursos y el compromiso con la reducción del desperdicio alimentario por sus implicaciones sociales y ambientales. En esta línea, y para fomentar la importancia de comprar y consumir con responsabilidad, desde FIAB hemos elaborado una serie de recomendaciones que ponen la atención en el consumo equilibrado también en estas fechas:
La cena de Nochebuena nos da la oportunidad de reunirnos con la familia y amigos y compartir una noche especial. Si la celebras en casa, piensa en tus invitados y diseña el menú que mejor se ajuste a sus gustos y necesidades. Comprueba los ingredientes de los que dispones e incluye en las compras de última hora aquellos necesarios para que la cena sea un éxito. Ten en cuenta que las raciones de los niños, adolescentes y adultos son distintas.
Si este año no eres el anfitrión, coordinad bien qué lleva cada invitado para evitar que sobre mucha comida. Si piensas detenidamente el menú, podrás realizar la lista de la compra correcta.
Cuando celebres la Navidad fuera de casa, ajusta tu pedido a los comensales revisando la carta con atención y eligiendo un menú adecuado para el grupo.
Pide consejo al camarero sobre las cantidades que mejor se adaptan al grupo. No te quedes con la duda sobre el tamaño determinado de las raciones o los ingredientes.
Después de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, todavía quedan días de celebración. Saca tu lado más creativo y crea nuevas recetas aprovechando los restos. Puedes congelar raciones para otro día, y recuerda, siempre utiliza recipientes herméticos y etiquétalos con la fecha de congelación. Eso sí, no vuelvas a congelar las sobras descongeladas que no hayan sido cocinadas. ¡Así podrás recordar la navidad hasta 3 meses después!
- 27 Diciembre: Organiza el frigorífico, el congelador y la despensa.
La cocina se convierte en el centro de reunión favorito de todos y es más difícil controlar los aprovisionamientos. Por ello, es importante tener ordenadas la despensa y la nevera. Mantén todos los envases bien tapados para que no haya transmisión de olores y sabores entre ellos. En el frigorífico, ubica los productos de manera correcta, sin tocar la pared del fondo y bien separados. Una nevera y unos armarios limpios evitan que los alimentos estropeados contaminen el resto
- 28 Diciembre: No seas inocente y llévate las sobras a casa.
No tengas reparo en pedir en el restaurante que te preparen las sobras para llevártelas a casa. No pierdas la oportunidad de poder disfrutar el plato en otra ocasión.
Pide tu envase para llevar y vuelve a disfrutar la cena navideña en otro momento.
- 29 Diciembre: Fíjate en la etiqueta de los productos y sigue las instrucciones de almacenamiento.
Todavía quedan días para disfrutar con la familia estas Navidades. Tanto en casa como en la tienda, revisa y ten en cuenta los consejos de almacenamiento y conservación de los alimentos que se indican en las etiquetas para evitar que se estropeen, y comprueba las fechas de caducidad y de consumo preferente. Una vez pasada la fecha de caducidad no debe ingerirse el alimento ya que no es adecuado su consumo.
Muchos de los alimentos que consumimos en estas fiestas se conservan refrigerados o congelados. Para garantizar la cadena de frío en los alimentos que lo requieran, durante la compra, coge los refrigerados y congelados al final y guárdalos en su sitio tan pronto llegues a casa.
Si vas a celebrar la Navidad fuera, transporta los alimentos adecuadamente para que lleguen en perfecto estado. Y ¡cuidado con las calefacciones!
- 31 Diciembre: ¡Organízate al cocinar y no tires nada!
Al cocinar, saca los ingredientes que vas a necesitar para tu receta y mantén recogida la cocina a medida que los preparas para evitar accidentes que estropeen parte de la elaboración. Antes de ponerte manos a la obra, piensa dónde vas a guardar y presentar tus platos. Si vas a utilizar sólo una parte de un ingrediente, guarda correctamente el resto y aprovéchalo para otras recetas.
¡Despide bien el año y aprovecha para entrar en 2018 sin desperdicio!