DESDE FIAB QUEREMOS TRANSMITIR NUESTRO COMPROMISO FIRME E INNEGOCIABLE CON EL BIENESTAR Y LA SALUD DE LOS CONSUMIDORES, LA SEGURIDAD ALIMENTARIA, LA INNOVACIÓN Y LA SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA, SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL
DESDE FIAB QUEREMOS TRANSMITIR NUESTRO COMPROMISO FIRME E INNEGOCIABLE CON EL BIENESTAR Y LA SALUD DE LOS CONSUMIDORES, LA SEGURIDAD ALIMENTARIA, LA INNOVACIÓN Y LA SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA, SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL
El placer de la alimentación, la tradición de celebrar y compartir, son partes esenciales de nuestro patrimonio. Nuestros alimentos y bebidas están integrados en nuestra cultura.
Es precisamente la manera especial de entender la alimentación y la gastronomía en España la que despierta el interés de muchos de los millones de turistas que nos visitan cada año y el de aquellos que en sus respectivos países también quieren disfrutar de nuestros sabores.
España cuenta con 346 Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas que despliegan una paleta de sabores, texturas y aromas únicos en el mundo.
Los elaboradores de alimentos y bebidas transformamos el 70% de las materias primas de alta calidad y gran variedad que se producen en todo el territorio y cada región de España dispone de productos característicos con los que se elaboran recetas que han formado parte de nuestra dieta durante generaciones.
Porque las más de 30.000 empresas elaboradoras de alimentos y bebidas que dan empleo a casi medio millón de personas están distribuidas por todas las Comunidades Autónomas, fijando población y contribuyendo al desarrollo local.
La industria española de alimentación y bebidas responde cada día a las necesidades de los ciudadanos, a los que ofrece productos variados y de calidad incluso en las circunstancias más excepcionales para garantizarles la seguridad de poder comer tranquilos.
Nuestra alimentación, junto a otros factores, ha permitido que los españoles aumentemos año tras año nuestra esperanza de vida. España es en la actualidad el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida y en 2040 será el primero, según el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.
Bajo el lema Alimentamos el Futuro, desde el sector español de alimentación y bebidas defendemos una dieta variada y equilibrada basada en evidencias científicas y el sentido común de los consumidores, que permita satisfacer las necesidades nutricionales sin incurrir en excesos calóricos, así como la práctica de actividad física y estilos de vida saludables que incluyen la lucha contra el sedentarismo, la cronodisrupción –alteración de los ritmos internos como consecuencia de la alteración de horarios de comida, de sueño, el ejercicio físico y otras rutinas sociales-, el estrés y otros factores asociados a la obesidad y el sobrepeso, así como a las enfermedades no transmisibles.
Desde FIAB, tomamos acciones que construyan políticas y prácticas en favor de la Salud Pública y la Protección Medioambiental. Apostamos por ciudadanos #alimentActivos
La alimentación es además un sector dinámico, donde los consumidores tienen hábitos y demandas en continua evolución. Los españoles buscamos productos novedosos, nuevos sabores y combinaciones de elaboración local y sostenible que se adapten a los actuales hábitos de vida y a los nuevos modelos de familia, sin por eso renunciar al gusto y al equilibrio nutricional. Los elaboradores de alimentos se adaptan, innovan y se anticipan para dar respuesta a las nuevas demandas y tendencias del consumidor y facilitarle una amplia gama de productos adecuados a sus gustos, necesidades y capacidad adquisitiva.
El sector de alimentación y bebidas se enfrenta a diario a afirmaciones e informaciones que cuestionan su calidad y seguridad, posicionando ingredientes y productos como perjudiciales, creando confusión, favoreciendo determinadas corrientes pseudocientíficas que empobrecen la dieta y, en ocasiones, tendencias que incluso pueden poner en riesgo la salud de los consumidores.
A su vez, esta desinformación menoscaba la reputación de excelentes profesionales comprometidos con una alimentación sabrosa, saludable, segura y sostenible, perjudicando de manera sistemática la imagen del sector, sus empresas y trabajadores.
Las noticias falsas no pueden ser ignoradas y no se pueden aceptar en silencio. En un sector tan sensible como el de la alimentación, es necesario exigir el máximo rigor y seriedad porque, es importante destacarlo, la cadena agroalimentaria de la Unión Europea es la más regulada, estricta y controlada del mundo. Todos los productos que llegan a nuestras mesas están sometidos al control de las autoridades europeas a través de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y las españolas por medio de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Desde FIAB apostamos por la información con rigor. Es responsabilidad de las administraciones, los expertos en nutrición, los medios de comunicación y el propio sector avanzar hacia un entorno donde el consumidor reciba información contrastada, veraz y transparente para que pueda tomar la mejor decisión para su alimentación.
El sector se enfrenta al gran desafío de alimentar a una población mundial que está previsto que alcance los 10.000 millones de habitantes a mediados de este siglo e impulsa la adaptación a modelos de producción sostenible, asegurando el equilibrio ambiental, incrementando la biodiversidad y la continuidad de los recursos para generaciones futuras.
Dada su transversalidad, es uno de los pocos sectores que puede impactar positivamente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplados en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. También su aportación a la biodiversidad, hace de la cadena agroalimentaria un sector básico para la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad del territorio a medio y largo plazo.
Aspectos clave como la gestión del agua, el manejo de recursos naturales, la mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, y la adaptación o la transición hacia una economía circular llevan tiempo abordándose por parte de las empresas del sector.
También los compromisos de carácter social contemplados en los ODS se incorporan a los procesos en aspectos como las condiciones laborales, la igualdad de género, la contribución a erradicar la pobreza y el fomento de la educación.