MANIFIESTO DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA DE ALIMENTACIÓN Y BEBIDAS
MANIFIESTO DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA DE ALIMENTACIÓN Y BEBIDAS
La alimentación es una experiencia diaria, de las pocas cosas que el ser humano debería poder realizar entre tres y cinco veces al día, de media, todos los días de su vida. Es una experiencia vital y compleja ya que aporta al organismo los nutrientes necesarios para la vida y para el desarrollo de todas las actividades que implica la misma.
Alimentación y nutrición componen un sistema que se va haciendo cada vez más personal y unitario desde el nacimiento en virtud de las particularidades fisiológicas de cada uno y de sus experiencias vitales.
España tiene, como uno de sus patrimonios inmateriales, la Dieta Mediterránea, uno de los elementos más decisivos que, junto con el estilo de vida propiciado por una climatología beneficiosa, cultura, carácter y otros componentes han conseguido que nuestro país sea uno de los países con mayor esperanza de vida.
La dieta mediterránea es muy rica, variada y equilibrada, lo que la convierte en una dieta muy saludable. Y es así porque consigue, a través de esa riqueza y variedad de alimentos, combinar todos los nutrientes esenciales en un equilibrio único donde los alimentos, por su composición y preparaciones, aportan todo lo necesario para el mantenimiento saludable de la actividad vital.
Este equilibrio peligra cuando, sin causa justificada, se empiezan a eliminar nutrientes a través de una demonización de ciertos alimentos, sin base científica real, haciendo caso de nuevos mitos que no provienen de la ciencia contrastada sino de pseudociencias y de argumentos que entran directamente en el terreno de la opinática.
Además de las especialidades médicas más tradicionales dedicadas al mundo de la alimentación y nutrición, desde hace años han surgido nuevas ramas del saber científico y nuevos estudios, como los grados universitarios de Dietista Nutricionista que, a través de sus asociaciones y colegios reglados, están aportando nuevo conocimiento y, sobre todo, una ayuda de primer orden para la industria agroalimentaria en el desarrollo de alimentos cada vez más saludables y para los ciudadanos a la hora de tener un asesoramiento claro y fiable en su relación diaria con la alimentación.
Son estos profesionales, médicos especializados y dietistas nutricionistas, con grado universitario, los únicos autorizados y acreditados para poder hacer recomendaciones y consejos constructivos sobre la dieta y necesidades individuales que cada uno requiere en su alimentación y nutrición diarias. Cualquier otra persona sin los conocimientos adecuados no debería poder asesorar sobre algo tan importante y complejo como es la alimentación requiere.
La industria agroalimentaria lleva años comprometida con la adaptación de los alimentos a las dietas más saludables equilibrando sus recetas y productos y poder ayudar, como un actor más, junto a la educación, nutrición familiar y comunitaria, a invertir la tendencia ascendente de la prevalencia de la obesidad. Y en este cometido está fuertemente comprometida con la ciencia siguiendo los postulados de la misma.
Ésta es una labor de tiempo porque la sociedad ha ido cambiando sus hábitos de vida desde trabajos de mayor desgaste físico, que requerían un mayor aporte calórico, a trabajos más intelectuales y sedentarios, con menores requerimientos energéticos.
En este trasvase no solo la alimentación es importante, también lo es combatir el sedentarismo con la práctica regular de actividad física, al menos moderada; además de huir del exceso de estrés diario y recuperar el tiempo para realizar una alimentación relajada y tranquila, compartida con familia y amigos siempre que sea posible.
Porque en la alimentación y la nutrición no existen milagros, ni medidas extremas, ni eliminación de alimentos o nutrientes sin motivo comprobado científicamente. No hay alimentos buenos o malos, sino un estilo de vida saludable diario: alimentación completa y variada, equilibrada y suficiente, actividad física regular, reducción del estrés, etc. conseguiremos una sociedad cada vez más sana alejada de los males y enfermedades que originan unos malos hábitos de vida.
Como decía Hipócrates “Si pudiésemos dar a cada individuo la cantidad adecuada de nutrición y ejercicio, ni muy poco ni demasiado, habríamos encontrado el camino más seguro hacia la salud”.