La entrada en vigor del nuevo etiquetado nutricional, previsto en el Reglamento (UE) nº 1169/2011 sobre la Información alimentaria facilitada al Consumidor, supone que casi todos los alimentos pre-envasados tendrán que presentar esta información nutricional en sus etiquetas, algo que hasta ahora, sólo era obligatorio aportar esta información en aquellos alimentos que presentaban una declaración nutricional y/o de salud.
Las nuevas normas suponen un paso más para poder ofrecer a los consumidores una información más completa y legible sobre el contenido nutricional de los productos de manera que puedan elegir aquellos productos que mejor se adapten a sus necesidades nutricionales.
La información nutricional facilitada al consumidor debe indicar el valor energético, así como sobre los nutrientes clave: grasas, ácidos grasos saturados, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal. De forma voluntaria se podrán añadir a la tabla nutricional las siguientes sustancias: ácidos grasos mono-insaturados, ácidos grasos poliinsaturados, polialcoholes, almidón, fibra alimentaria y ciertas vitaminas y minerales.
Según indica la normativa, algunos alimentos están exentos del etiquetado nutricional obligatorio, es el caso de productos sin transformar o curados que incluyen un solo ingrediente, tales como el agua, la sal y las especias, los alimentos no envasados, las bebidas con grado alcohólico superior a 1,2%, los alimentos en envases cuya superficie mayor sea inferior a 25 cm2 (como mermeladas o mantequillas de hostelería), entre otros.
Adelantándose a esta normativa, múltiples empresas del sector ya han comenzado a aplicar las nuevas normas de etiquetado nutricional de forma voluntaria respondiendo a criterios de responsabilidad y compromiso con el bienestar del consumidor. Más allá de este requisito legal, en un intento de ampliar la información a los consumidores, muchos operadores han optado por proporcionar también información en la parte frontal de sus envases sobre los nutrientes y las calorías por porción, a través de los iconos de Ingestas de Referencia, que fueron introducidos por la industria en el 2005.
El sector de la alimentación y bebidas ha estado trabajando intensamente en los últimos años preparándose para la aplicación de las nuevas normas en su debido tiempo y sigue comprometido a proporcionar información clara y precisa a los consumidores para que puedan tomar decisiones informadas y seguras sobre los productos de alimentación y bebidas.