La industria de alimentación y bebidas consolidó un crecimiento del empleo del 4,3% en el primer semestre de 2023. El número de ocupados creció en 22.330 nuevos trabajadores, sumando un promedio de 540.760 empleos directos en este periodo.
Estos datos se recogen en el Informe de Empleo 2023 elaborado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), junto al Centro de Predicción Económica (CEPREDE) y con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El documento, que ofrece una radiografía laboral de la industria alimentaria a lo largo de los primeros seis meses del año, refleja un comportamiento favorable en términos de ocupación de las empresas del sector pese a un escenario de ralentización de las economías y de inestabilidad internacional y confirma a los alimentos y bebidas como sector refugio de empleo del mercado laboral español.
“El alto coste energético, de las materias primas y de la mano de obra y los efectos de la sequía, han creado un escenario de inflación con repercusiones en la productividad de las empresas, así como en el consumo de los hogares. Esta coyuntura dibuja un marco de acción muy difícil para cualquier actividad productiva y otorga un mayor valor al esfuerzo llevado a cabo por la industria en la creación de empleo durante estos meses”, ha señalado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo.
El análisis de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) revela una mejora en la intensidad de los ritmos de crecimiento de la industria de alimentación y bebidas de 0,6 puntos porcentuales con respecto a la tasa alcanzada en 2022, cifrada en 3,7%. Mientras que los registros del total de la economía (2,4%) y de la industria manufacturera (1,8%) empiezan a dar síntomas de ralentización, la industria ha mantenido su pulso empleador y fortalece su peso dentro del total del empleo industrial, donde uno de cada cinco trabajadores pertenece al ámbito de los alimentos y las bebidas.
Algunos de los factores que explican esta situación positiva por la que pasa el mercado laboral en el sector son el carácter vital de su actividad y el peso de esta industria dentro de la economía. El hecho de ser un sector estratégico y no verse alterado por la estacionalidad, permite a la industria seguir creciendo en términos de solidez y estabilidad.
No obstante, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas advierte de la necesidad de proteger a la industria para evitar verse arrastrada en una dinámica de desaceleración que ya está amenazando a ciertas economías. “El escenario operativo actual es altamente complejo y vulnerable, por lo que cualquier decisión sobre el sector tiene que enfocarse en el impulso de su competitividad como sector estratégico de la economía española, no en medidas que redunden en el aumento de los costes empresariales y fiscales”, ha añadido el director general de FIAB.
Un sector refugio del empleo
La industria de alimentación y bebidas sigue priorizando el empleo estable y de continuidad. El contrato indefinido, junto a la jornada completa, siguen siendo predominantes. De hecho, la industria cuenta con 438.433 efectivos en este tipo de contrato, siendo uno de los sectores más proclives a la estabilización del empleo, mientras que la temporalidad se sitúa en el 11% frente al 17,3% nacional.
La industria viene manifestando esta tendencia con anterioridad a la entrada de la reforma laboral en marzo de 2022. De hecho, en su análisis en el efecto que ha causado la entrada de la tipología del contrato fijo discontinuo que, aunque indefinidos, involucran periodos intermitentes de trabajo, el Informe revela que la efectividad de la reforma laboral en la sustitución de empleos temporales por empleos permanentes no es tan intensa como se esperaba. Mientras que los contratos temporales en el segundo trimestre han disminuido un 5% en comparación con el primer trimestre, la contratación discontinua ha aumentado significativamente, cerca del 29,9%. Esto significa que, aunque la reforma ha tenido un impacto en la reducción de la temporalidad, también ha llevado a un aumento en la contratación discontinua, lo que significa que más personas tienen empleos con una duración incierta.
Con relación al empleo femenino, la tasa de la ocupación de mujeres se mantiene estable en 207.500 ocupados, que representa el 38,4%. A pesar de un leve retroceso de su peso relativo de 0,1 puntos porcentuales, el ritmo de crecimiento ha pasado del 1,3% en 2022 al 4% de 2023.
En cuanto a la clasificación por tramos de edad, 2023 revela una disminución en el empleo juvenil en favor de los tramos de mayor edad. Así, el tramo comprendido entre los 36 y los 45 años es el que más crece y representa el 30,1% del peso relativo del empleo. La caída del empleo de los jóvenes está directamente relacionada con la preferencia en la contratación de personal con una formación cualificada más avanzada. Los colectivos que más han acelerado su crecimiento en el primer semestre de 2023 son los que cuentan con titulación de doctor, así como los niveles de graduados universitarios y formación profesional.
En cuanto a la distribución del empleo por comunidades autónomas, Cataluña (21,2%), Andalucía (13,1%) y Comunidad Valenciana (9,6%) encabezan el listado, seguido de Castilla y León (9,4%), Castilla-La Mancha (8,2%) y Galicia (7,6%). Completan los primeros diez puestos Murcia (4,6%), la Comunidad de Madrid (4,6%), Aragón (4,2%) y Extremadura (2,9%).