- El encuentro ha estado presidido por Fernando Burgaz, Director General de la Industria Agroalimentaria del MAPAMA, y ha contado con las aportaciones de Clara Eugenia Aguilera, Vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, y Pilar Ayuso, Miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo.
- Para Mauricio García de Quevedo, Director General de FIAB, “el sistema español debe ser el que inspire a la Comisión Europea para configurar el sistema comunitario” que se está debatiendo.
- Con esta reunión, FIAB inicia una ronda de encuentros que contarán con la presencia de importantes expertos, a nivel nacional y europeo, implicados en la futura normativa.
Madrid, 17 de febrero de 2017 – La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha mantenido hoy un encuentro con representantes del Parlamento Europeo y la Administración española en el que ha podido transmitir la posición del sector ante las conversaciones para la posible regulación de las prácticas comerciales en la cadena agroalimentaria en la Unión Europea.
El encuentro ha estado presidido por Fernando Burgaz, Director General de la Industria Agroalimentaria del MAPAMA, y ha contado con las aportaciones de Clara Eugenia Aguilera, Vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, y Pilar Ayuso, Miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo. Por parte de la Federación, les recibieron el Director General de FIAB, Mauricio García de Quevedo, y la Directora de Competitividad y Sostenibilidad, Paloma Sánchez.
Dentro del debate que se ha iniciado a nivel europeo para el impulso de esta regulación, FIAB ha querido trasladar la necesidad de propiciar un marco europeo que respete la amplia gama de sistemas nacionales y que mantenga aquellos de demostrada eficacia en los distintos Estados miembro.
Mauricio García de Quevedo, ha destacado que “España ha sido pionera en la aplicación de la Ley 12/2013” de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, así como el impulso del voluntario Código de Buenas Prácticas Mercantiles. “Desde FIAB se considera que el modelo español debe ser el que inspire a la Comisión Europea para configurar el sistema comunitario, hoy a debate”, ha indicado.
Para el sector, el caso de nuestro país podría servir como modelo de base para esta nueva normativa y que pueda ser desarrollado por algunos países tomando como referencia los principios comunes establecidos a nivel europeo.
Estas iniciativas recogen los principales propósitos de la industria de alimentación y bebidas en el ámbito de las relaciones comerciales, dotándose de los instrumentos esenciales para equilibrar la cadena alimentaria, crear valor, desterrar las prácticas abusivas y otorgar transparencia a las relaciones comerciales.
Con esta reunión, FIAB inicia la ronda de encuentros que la Federación tiene previsto desarrollar con distintos Grupos Parlamentarios españoles, así como miembros de la Administración a nivel nacional y europeo y actores implicados, con el objetivo de fortalecer la competitividad dentro de la cadena agroalimentaria y fomentar una relación equilibrada entre los eslabones.
SOBRE FIAB
La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), integrada por más de 40 asociaciones miembro, representa a través de un único organismo y una sola voz a la industria española de alimentación y bebidas, primer sector industrial de nuestro país, que tiene como misión ser la locomotora de la economía, el empleo y la imagen de España, siendo competitiva en cualquier mercado global, atrayendo el mejor talento, y basada en su seguridad, calidad y desarrollo científico y tecnológico.
La industria de alimentación y bebidas es hoy por hoy el primer sector industrial del país con una facturación en 2015 cercana a los 95.000 millones de euros de facturación y casi 26.000 millones de euros en exportaciones. Además, la IAB da empleo directo a casi 500.000 personas en España y a 2,5 millones de manera indirecta.