- El Director General de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha comparecido ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Senado.
- La industria trabaja desde hace años en la mejora de los procesos para optimizar el uso de recursos y en campañas de sensibilización al consumidor para evitar el desperdicio alimentario en los hogares.
FIAB considera imprescindible la colaboración de todos los agentes sociales, junto con la Administración, para disminuir el desperdicio alimentario a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, siendo clave la concienciación en el consumo responsable dentro del hogar, donde se produce la mayoría del desperdicio.
Así lo ha destacado el Director General de FIAB, Mauricio García de Quevedo, en su comparecencia hoy ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Senado, dentro de la Ponencia de estudio sobre el desperdicio alimentario en el Estado español.
El desperdicio es un problema global que implica a todos los niveles y eslabones de la cadena alimentaria, con importantes repercusiones negativas tanto a nivel social, como ambiental y económico, y urge a un cambio de actitud de todos los actores hacia un uso de los recursos más inteligente, sostenible y eficiente. Por ello, la industria de alimentación y bebidas ve este tema como una prioridad para un sector que transforma el 70% de la producción agraria y permite el suministro de más de 120 millones de raciones de comida diaria dentro y fuera del hogar.
“Por eficiencia y responsabilidad social, las industrias de alimentación y bebidas llevan años trabajando en la mejora continua de sus procesos para optimizar al máximo el uso de recursos y en campañas de sensibilización al consumidor para evitar el desperdicio alimentario en los hogares”, ha señalado Mauricio García de Quevedo.
El Director General de FIAB ha destacado ante el Senado la relevancia de contar con una definición clara y unificada de lo que se entiende por desperdicio, y a partir de la cual desarrollar una metodología armonizada que permita obtener datos reales, fiables, comparables y representativos.
También se ha puesto en valor el trabajo con campañas de sensibilización hacia el consumidor, puesto que, en los países desarrollados, el desperdicio se produce principalmente en el hogar. En este sentido, la industria de alimentación y bebidas considera necesario la sensibilización e información al consumidor para que sea consciente de que el marcado de fechas está basado en criterios objetivos, científicos y técnicos que priorizan la seguridad alimentaria.
Durante la comparecencia se ha destacado el papel de la innovación en todas las fases de vida del producto alimenticio como parte fundamental que permite alargar la vida útil de los alimentos y hacerlos accesibles a los hogares en las mejores condiciones, al mismo tiempo que se garantizan los altísimos niveles de seguridad alimentaria de los que goza el sector español y europeo.
Para evitar el impacto ambiental a lo largo de la cadena agroalimentaria, desde el sector se ha instado a adoptar medidas que eviten posibles pérdidas durante el procesado, favoreciendo la viabilidad económica de las empresas, la eficiencia en la cadena de valor y una ventaja para la competitividad de un sector clave para la economía española, y primera industria del país.
Ayer lunes 18 de septiembre, la Federación ratificó su unión al Pacto por una Economía Circular junto al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y otros 52 sectores productivos y de la sociedad civil. Un compromiso que sitúa a la industria de la alimentación y bebidas en la primera línea de acción en la construcción de un entorno productivo sostenible.