- La actividad del primer sector industrial del país se desarrolla en nuevo escenario productivo bajo el paraguas del desarrollo sostenible contemplado en la Agenda 2030
- La industria se enfrenta al reto de alimentar a una población creciente con garantías de calidad, seguridad, sostenibilidad y la continuidad de los recursos para generaciones futuras
Conscientes de la relevancia que han adquirido los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de su utilidad a la hora de integrarlos en su modelo de negocio, en la cadena de suministro y en la relación con sus grupos de interés, FIAB ha elaborado un completo estudio que define los retos y oportunidades que plantea el cumplimiento de cada uno de los ODS para el sector.
Alimentar a una población creciente con garantías de seguridad, calidad y suficiencia es el gran desafío que afronta la industria de alimentación y bebidas en la actualidad. El sector ha reflexionado sobre cómo abordar este reto que exige aumentar su producción al mismo tiempo que procura el menor impacto ambiental y la continuidad de los recursos para generaciones futuras.
Está previsto que la población mundial alcance los 10.000 millones de habitantes a mediados de este siglo. Este hecho ha volcado a la industria de alimentación y bebidas a plantear un nuevo escenario productivo bajo el paraguas del desarrollo sostenible contemplado en la Agenda 2030. La actividad del sector mantiene una relación muy estrecha con el medio ambiente puesto que depende de manera directa para disponer de materias primas seguras y de alta calidad de forma continua y adecuada. Aspectos ambientales clave como la gestión del agua, el manejo de recursos naturales, la mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, la adaptación o la transición hacia una economía circular llevan tiempo abordándose por parte del sector.
Además, en el caso de las cuestiones de carácter social, los compromisos de los ODS pueden incorporarse también a los procesos de trabajo y a la cadena de suministro en aspectos como las condiciones laborales, la igualdad de género, la contribución a erradicar la pobreza o el fomento de la educación.
“Las empresas del sector de la alimentación y bebidas están alineando sus estrategias con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Más allá de ser una cuestión de responsabilidad y un valor apreciado por el consumidor, los ODS son también una herramienta que ofrece garantías de competitividad sostenible”, destaca Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.
El estudio “Una iniciativa global” elaborado por FIAB pretende servir de guía para definir aquellos ámbitos de actuación en los que las empresas del sector pueden encontrar nuevas oportunidades de negocio.
El sector de la alimentación y bebidas, por su importancia tanto a nivel económico como de generación de empleo e influencia en la actividad de un país, es uno de los pocos sectores que puede aportar positivamente a todos los Objetivos. El posicionamiento central de la industria dentro de la cadena agroalimentaria permite extender la estrategia desarrollo sostenible en sus relaciones con el resto de eslabones de la cadena, siendo un actor muy relevante en la construcción de alianzas que hagan posible el cambio hacia un nuevo modelo productivo más sostenible.
“El desarrollo sostenible tiene que hacerse extensible a todas y cada una de las áreas y formar parte de la estructura de negocio, incluido su relación con proveedores, distribución y consumidor”, destaca el director general de FIAB.
Desde la Federación se ha destacado la trascendencia de acometer este cambio para el presente y futuro del sector, sobre todo en las pequeñas y medias empresas que, por su representatividad e impacto socioeconómico en el sector agroalimentario y en toda la economía nacional y mundial, cumplen un papel fundamental para conseguir esta meta.
La semana pasada FIAB organizó junto con AECOC la primera edición del Congreso de Desarrollo Sostenible donde se debatieron las líneas de trabajo en las que la cadena agroalimentaria puede trabajar para responder a las exigencias medioambientales y articular un modelo de desarrollo económico y social que atienda las necesidades de protección del medioambiente.