- La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha presentado su Memoria de Sostenibilidad, elaborada con apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)
- Desde 2014 el sector ha reducido en un 8,2% sus emisiones y ha mejorado su eficiencia energética en un 13,4%, además de haber reducido en hasta un 20% el consumo hídrico, lo que equivale a un ahorro de 14 millones de m3 de agua
- Ya en 2019 el 9,2% del total de la energía consumida en el sector procedía de fuentes renovables
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha presentado hoy su primera Memoria de Sostenibilidad para dar cuenta del compromiso que mantiene la industria de alimentación y bebidas con el Desarrollo Sostenible y la responsabilidad del sector con el entorno en el que actúa.
Este Informe, elaborado por la consultora KREAB con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), recoge las principales iniciativas, avances y oportunidades en materia de sostenibilidad, además de ser una hoja de ruta sobre los ejes estratégicos en los que las empresas del sector tienen que enfocar su actividad.
La presentación de la Memoria ha estado a cargo de José Miguel Herrero, director general de Industria Alimentaria del MAPA, y Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, quienes han puesto en valor la importancia estratégica del avance hacia una industria cada vez más sostenible y los esfuerzos que se realizan desde el sector en favor de la consecución de modelos de trabajo cada vez más eficientes y respetuosos con el entorno.
Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, ha asegurado que los fabricantes de alimentos “dan respuesta a las necesidades de una sociedad cada vez más consciente y comprometida con la sostenibilidad, a través de distintas iniciativas que abordan el desarrollo sostenible desde un enfoque holístico, teniendo en cuenta todas sus vertientes: económica, social y medioambiental”.
El director general de FIAB se ha referido a medidas legislativas como el Real Decreto de Envases y Decretos de Envases, que con su actual redacción obligaría a inversiones inesperadas e inasumibles por la industria, que se elevarían a 6.270 M€ para adaptarse a los nuevos objetivos de reutilización y hacer frente a la reducción del 50% de botellas de bebidas de plástico de un solo uso a 2030. Esto, unido al incremento del coste de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), 490M€, y al impuesto al plástico, 300M€, representaría para el sector un impacto de más de 7.000M€
La medida abocaría al cierre de 2.400 compañías ─más del 7% del total de la industria─, principalmente pymes y empresas ubicadas en el medio rural, por lo que Mauricio García de Quevedo ha vuelto a tender la mano al Ejecutivo para “avanzar coordinados en la búsqueda de modelos cada vez más eficientes y sostenibles, pero siempre sin perjudicar la competitividad de las empresas”.
La industria de alimentación y bebidas, un agente clave para la lucha contra el cambio climático
La industria de alimentación y bebidas tiene una vinculación muy estrecha con el entorno, por eso avanza constantemente y desde hace años hacia modelos de producción respetuosos, protegiendo los ecosistemas y recursos de los que depende para poder realizar su actividad a largo plazo. De hecho, en un contexto marcado por el reto de una población creciente y el impacto del cambio climático, los elaboradores de alimentos trabajan para garantizar el acceso a alimentos y bebidas suficientes, manteniendo los altos niveles de seguridad y calidad alcanzados.
Con todo ello, el sector se ha convertido, a través de su actividad, en un agente decisivo en la lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente, ya que contribuye con medidas de eficiencia a reducir, entre otros, el desperdicio alimentario, el uso de recursos hídricos o las emisiones derivadas de su actividad.
Así, desde el año 2014, la industria de alimentación y bebidas ha reducido en un 8,2% sus emisiones y ha mejorado su eficiencia energética en un 13,4%, además de haber reducido en hasta un 20% el consumo hídrico, lo que equivale a un ahorro de 14 millones de m3 de agua. Asimismo, ya en 2019 el 9,2% del total de la energía consumida en el sector procedía de fuentes renovables.
Los elaboradores de alimentos y bebidas españoles, además, apuestan por la circularidad y enfocan gran parte de sus estrategias en avanzar hacia un modelo de economía circular. Por ejemplo, desde el año 2014 se ha reducido la generación de residuos en un 10,3%. Esto equivale a un ahorro de más de 721.000 toneladas de residuos. Por otro lado, tres de cada cuatro empresas aprovechan los subproductos que se generan en sus procesos productivos y cuatro de cada cinco cuentan con acuerdos para la donación de excedentes alimentarios.
Un sector comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La industria de alimentación y bebidas, por sus características, tiene capacidad para impactar de forma positiva en todos y cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas contemplados en la Agenda 2030. Por ello, entre los principales retos y objetivos del sector, está el de integrar estas metas de sostenibilidad en el centro de las estrategias de desarrollo y crecimiento.
Desde hace años son muchas las empresas elaboradoras de alimentos y bebidas que los incorporan en sus procesos de tomas de decisiones. De hecho, el de los alimentos y bebidas es el quinto sector con mayor número de empresas comprometidas con los ODS, con un porcentaje del 89%. Además, la industria de alimentación y bebidas tiene especial impacto en los Objetivos sobre producción y consumo responsable (12), trabajo decente y crecimiento económico (8), igualdad de género (5) y energía asequible y no contaminante (7).
Un ejemplo de ello es el alto porcentaje de talento femenino que existe en el sector, por encima del resto de la industria manufacturera, con un 38,7% de empleo femenino. Además, el personal investigador vinculado al sector está conformado en un 52% por mujeres. Por otro lado, el sector imparte 8 millones de horas de formación anuales, según se desprende de este Informe, por lo que también contribuye a la formación, a la creación de talento y al empleo de calidad.
Los principales objetivos de la industria de alimentación y bebidas
Los fabricantes de alimentos y bebidas con conscientes de la importancia que tiene transitar hacia modelos de producción cada vez más sostenibles y por eso el sector combina cuatro ejes de actividad ─económico, social, medioambiental e innovador─ para dar respuesta a las exigencias en materia de sostenibilidad y desarrollar un plan estratégico a modo de hoja de ruta para el sector, con el objetivo de avanzar hacia modelos de negocio más sostenibles y eficientes.
En este contexto, la Memoria de Sostenibilidad de la Industria de Alimentación y Bebidas recoge los principales objetivos que tiene el sector en materia de sostenibilidad para poder abordar los retos presentes y futuros a los que se enfrenta el sector en este sentido.
Desde el punto de vista económico, la industria de alimentación y bebidas, como primer sector industrial del país, es un agente decisivo en la aportación económica y fiscal del país. De hecho, su actividad genera riqueza a lo largo y ancho de todo el territorio español y promueve la actividad económica de sectores conexos. Además, el sector es responsable de la creación de empleo estable y de calidad y seguirá apostando por la paridad laboral, de manera que esté presente en todos los niveles, y para que no haya disparidades en la remuneración de sus empleados causadas por cuestiones de género o etnia.
A nivel social, entre otros objetivos, el sector tiene una gran apuesta por la promoción de estilos de vida saludables, basados en la combinación de una dieta variada y equilibrada y en la actividad física. La industria de alimentación y bebidas lucha contra la desinformación y fomenta hábitos saludables para lograr el objetivo de mejorar la calidad de vida de los consumidores. Por otro lado, el sector tiene un firme compromiso con la España Despoblada y su objetivo será mantener su actividad en estos núcleos a pesar de las tendencias demográficas y asegurar la prosperidad de estas regiones.
En lo que se refiere al aspecto medioambiental, el sector ha logrado en los últimos años grandes avances, pero seguirá promoviendo modelos eficientes de trabajo para lograr la neutralidad climática en 2050, seguir avanzando en los objetivos de reducción del desperdicio alimentario proteger los ecosistemas en los que opera la industria y proteger la biodiversidad o continuar haciendo una gestión sostenible del agua y fomentar la circularidad, entre otros avances.
La innovación juega en todo este trabajo un papel decisivo y estratégico, ya que está presente en todos los avances y transformaciones que permiten avanzar hacia modelos circulares y respetuosos con el entorno. La industria de alimentación y bebidas promueve la búsqueda de soluciones innovadoras ante los problemas que encara el sector en el presente. Cabe destacar que la industria de alimentación y bebidas está formada por un número cada vez más grande de empresas innovadoras (con un total de 779 en 2019, de las cuales el 82% son pymes), consolidando más de 3.435 empleos en actividades de investigación en 2020 y movilizando unos 260 millones de euros de fondos públicos y privados hacia la inversión en I+D+i, tal y como se desprende de esta Memoria de Sostenibilidad.
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